El poder de la serpiente se eleva con poderosos síntomas en todos nosotros desde el nacimiento, pero en la mayoría de los casos la energía kundalini está activa sólo parcialmente. Su centro está en la zona del primer chakra, al final de la columna, concretamente en el coxis o hueso sacro triangular.
El significado de nombrar la kundalini como el poder de la serpiente en yoga no es accidental. En estado inactivo, se representa a kundalini simbólicamente como una serpiente dormida, envuelta tres veces y media alrededor de la columna en el área del primer chakra.
Pero, por supuesto, esta serpiente es sólo simbolismo. Pero el chakra donde se esconde el poder de la serpiente también puede imaginarse como una especie de nodo de energía central, que en gran medida está bloqueado y atenuado.
En el caso de que se cumplan determinadas condiciones como por ejemplo practicar yoga o meditación kundalini, la energía deja de estar bloqueada y se le permite desarrollarse plenamente, fluyendo por todos los canales energéticos, siempre y cuando no exista más bloqueo en los nadis y chakras.
Yo comparo a kundalini con el fósforo de una cerilla. En estado inactivo sólo hay energía potencial. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, en el caso de nuestra cerilla simbólica, al encenderla se revelará una llama oculta e indistinta.
Si añadimos más condiciones a la llama que es kundalini, la serpiente se va a manifestar con poderosos síntomas al aumentar la energía. El fuego serpentino va a intensificarse hasta tal punto que sucede el despertar y ya no podemos ignorar su existencia. Depende sólo de nosotros si los síntomas de nuestra energía kundalini o poder de serpiente tomarán la forma simbólica de una llama apagada o de una columna de fuego encendida subiendo por nuestros chakras.
